En los próximos días se inaugurará el IV Congreso Nacional de la Juventud Comunista del Perú-Patria Roja. Estoy convencido de que será un buen congreso, con fuerte sentido de renovación y futuro, de compromiso con los ideales del socialismo y con capacidad de dar respuesta a las exigencias de la política y de la lucha por los derechos de la juventud peruana. 

Mariátegui, maestro de la juventud, reclamó siempre una nueva generación que sepa ser realmente nueva, innovadora, abierta a los cambios, sin por ello perder su sello revolucionario y socialista.

Una juventud que se proyecta como la fuerza de la renovación intelectual y moral que la sociedad peruana demanda con urgencia, poseedora de una fe y confianza en sus potencialidades. El hombre, decía el Amauta, “no puede marchar sin una fe porque no tener una fe es no tener una meta”.

Un hombre o mujer sin meta significa no tener rumbo, ser pieza pasiva de los acontecimientos, perder lo más valioso que tiene: su capacidad de creación, de indignación frente a la prepotencia del poderoso, de enriquecer su vida con las conquistas alcanzadas por la humanidad.

La crisis que padece el Perú, luego de dos siglos de vida republicana y un cuarto de siglo de hegemonía neoliberal, es más profunda de lo que se imagina la gente. Además de serios problemas en la economía y en el ámbito social, de la crisis política e institucional, se trata de una descomposición moral. Se ha instalado la ausencia de valores. Dominan el individualismo y la mercantilización de la vida. La mentira y el cinismo son moneda corriente. No tiene por qué sorprender la ola de corrupción, de violencia, de impunidad, que recorre el país.

El reto que tiene al frente la juventud peruana no es pequeño ni simple. El futuro que le espera es incierto. Pero precisamente en situaciones como ésta es cuando debe surgir una juventud dispuesta a cambiar el curso del país, a construir una nueva república, a diseñar un proyecto que lo haga viable, a forjar la fuerza política, social, intelectual y moral que asuma la tarea con honestidad y coraje.

Ese es el compromiso de la Juventud Comunista del Perú-Patria Roja, heredera del legado de José Carlos Mariátegui. Ese debe ser el propósito que asuma el congreso. Esa la bandera que enarbolen con orgullo los jóvenes comunistas por encima de la miasma y la podredumbre que inunda todos los días el escenario político.

¡VIVA EL IV CONGRESO NACIONAL DE LA JUVENTUD COMUNISTA DEL PERÚ – PATRIA ROJA!

Alberto Moreno Rojas

Presidente del Partido Comunista del Perú – Patria Roja