Sobre Bernie Sanders y las elecciones estadounidenses
Carta de James Patrick Jordan a la JotaCé
Hay muchos encuestas que revelan que la mayoría de la población no le gustan ni los Republicanos ni los Demócratas. La participación del público en los comicios es muy bajo. En las últimas comicios nacionales únicamente participaron 37% de los votantes, el nivel más bajo en 70 años. La mayoría de los votantes les consideran independientes, ni Republicano ni Demócrata. Pero aunque hay muchos decepcionado con estos partidos, la mayoría no tienen una consciencia política mas desarrollada mas allá del desengaño.
Estimados amigas y amigos de la JotaCe,
Respondo el correo que me enviaron por que tienen curiosidad sobre la candidatura de Bernie Sanders y lo que significa. Lo que estoy impartiendo a ustedes es únicamente mi opinión y análisis personal, y es parte de un proceso y puede cambiar. Lo que no refleja de ninguna manera la posición oficial de ni el Partido Comunista ni la Alianza por la Justicia Global (para quien trabajo).
Para su información, yo planeo votar para Sanders en las primarias de las Demócratas, pero en la elección general, voy a votar por Jill Stein (quien vino con nosotros a Perú para la Cumbre Climática COP 20) la candidata de los Verdes. (A propósito, entiendo que en algunos países los Verdes pueden ser un partido de la derecha por sus alianzas y falta de consciencia clasista. En los EE.UU. los Verdes están mas vinculado a los movimientos populares y hay izquierdistas bien representados en sus filas.) En la primaria, espero que mi voto puede ayudar una victoria a Sanders contra Hillary Clinton. En la elección general, es practicamente cierto que mi estado de Arizona va a ir para el Republicano. Así, voy a hacer un voto de protesta y hacía la construcción de un partido alternativo a los Republicanos y Demócratas. No hay marxistas en la boleta, pero Jill es muy cercana, con posiciones muy socialistas, ambientalistas y anti-imperialistas.
Hay que entender que en la izquierda y en los movimientos populares, no hay unidad a este momento sobre Sanders ni la elección. Y, más, aunque voto y trabajo en la lucha electoral, hago una prioridad a la lucha popular en las calles y en los lugares de empleo y las escuelas y los campos más que en la lucha electoral, por lo menos aquí, hoy en día, en la situación estadounidense. Esta posición puede cambiar si las circunstancias cambian.
Como tal vez ya sepan, nuestros presidentes no están elegidos por el voto popular, sino por un “colegio electoral” de cada estado. Si un candidato gana el voto popular en un estado, el recibe todos los votos de los delegados del colegio para su estado. Así, ha ocurrido cuatro veces en la historia estadounidense donde el ganador de la presidencia perdió el voto popular. La última vez era George W. Bush en 2000.
En adición a las elecciones públicas, hay un proceso no oficial y no público en cual secciones de la clase dominante aprueban los candidatos que van a promover y es prácticamente imposible que una persona esté elegida como presidente o prácticamente cualquiera posición nacional sin el respaldo de una de estas secciones. Aunque tenemos aquí el lema de “una persona, un voto”, la realidad es mas como “un dolar, un voto”. Tenemos unos pocos progresistas en el congreso, pero forman una minoría pequeña. No hemos levantado un movimiento electoral con la fuerza a desafiar el status quo. Y el sistema de los dos partidos, dos caras de los capitalistas, marginalizan y cierran las puertas de participación significativa para cualquiera persona que quiere correr por un partido diferente.
Sin embargo, algunas veces logramos avances importantes por la vía electoral. Por ejemplo, con la administración de Franklin Roosevelt, en los años '33 a '45, ganemos muchos para los obreros, los sin empleos y para crear un sistema de bienestar (pero cuando murió al principio de su cuarto gobierno, su vice-presidente, Truman, mando las bombas atómicas a Japón). También con las administraciones de Kennedy y Johnson, aunque no podemos perdonar su guerra contra Vietnam, ni su anti-comunismo general, sus elecciones eran muy importantes para ganar leyes contra el racismo institucional y unas medidas más contra la pobreza. No obstante, durante los años 60 había un movimiento popular muy fuerte con componentes revolucionarios. Así, el Partido Comunista todavía corrió candidatos presidenciales afuera de los confines de los Demócratas, y por eso ayudó en educar el público y impulsarlo a la izquierda. Y estas realidades ayudaron en impulsar muchos Demócratas y algunos Republicanos un poquito a la izquierda por ver la fuerza revolucionaria y clasista y independiente.
Como ya saben, la clase dominante no es monolítica y tiene sus propias rupturas. Esto es lo que está ocurriendo ahorita. Especialmente incluyen elementos liberales y moderados que toman oposición con las ideas mas radicales de la derecha extrema.
Y mas, hay rupturas en la derecha extrema. Hay derechistas con posiciones racista y anti-imigrante, y que quieren terminar con todas restricciones a los capitalistas. Pero algunos también están en favor de aislacionismo, y así han opuesto unas guerras y aspectos del militarismo. En adición, pueden ser defensores de derechos a la privacidad, por lo menos la suya y así, en contra de la vigilancia masiva del NSA (Agencia de Seguridad Nacional) . Estos constituyen el ala liberal.
La mayoría de los derechistas están muy en favor de gastar más y más para sector el militar, y no quieren ninguna forma de gobierno más que una forma de controlar a la población, proteger la propiedad privada y aumentar el poder militar. No tienen ningún respeto para la privacidad. Prefieren encarcelar millones (ahora para ganancias inmensas) a tolerar resistencia o enfrentar efectivamente los efectos de la desesperanza y pobreza que aumenta cada día.
Todos en la derecha son anti-inmigrante y quieren militarizar la frontera, incluyendo los liberales, pero unos pocos tienen actitudes más pragmáticas y quieren tener canales legales para apoderarse de la labor barata de inmigrantes sin recursos. La mayoría quiere nada más que encarcelar, deportar inmigrantes, hasta matarlos, y los que, a pesar de todo esto, se queden, formen una clase de obreros sin derechos.
Tenemos por ahí 38 campañas distintas en las primarias republicanos. Y estas rupturas con las divisiones en el partido Demócrata juntos se han dado una apertura para la candidatura de Sanders.
Hillary Clinton representa el ala más conservadora de los Demócratas, aún relativamente progresista en los temas culturales. Hay que recordar que bajo la administración de su esposo, un Demócrata, se destruyó nuestro sistema de bienestar, se construyeron mas cárceles que nunca con un aumento sin precedente de la cifra de prisioneros, se declaró la guerra contra Yugoslavia, empezaron la militarización y la construcción de una pared al lado de la frontera, y firmaron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La señora Clinton apoyó todo esto.
Dentro de toda esta situación, hay otros componentes que están ejerciendo una influencia profunda hacia los Republicanos y los Demócratas; son los movimientos de sus bases. Con respecto a los Republicanos, hay un base muy fuerte entre las poblaciones blancas concentradas en la petit burgesa, segmentos de los obreros, mas del campo y los suburbios que de las ciudades, que está muy motivado por sentimientos xenófobos, anti-inmigrante, racista y anti-obrero. Incluido en este movimiento hay un creciente segmento de racistas violentas como los paramilitares patrullando la frontera, grupos como el Ku Klux Klan, los “skinheads” racistas y los neo-Nazis. Necesitamos ver a Donald Trump como extensión de esta sección extrema. Su surgimiento en popularidad nos de mucha razón de tener miedo. No es una exageración identificarlo como fascista. Su popularidad en contraste a la de Bernie Sanders es un signo profundo de la polarización que hoy en día describe la situación estadounidense. En los años que vienen y la proyección de aún mas crisis económicas y ecológicas, estoy convencido que o vamos a ir bastante mas a la derecha y el fascismo o vamos por fin a irnos verdaderamente hacia la izquierda y empezar a liberarnos.
Otra cosa que he repetido es que en los EE.UU. actual, podemos producir grandes movimientos populares y izquierdistas, pero no podemos sostenerlos y proceden sin la consciencia política que necesitamos para desafiar a los que están en poder. Pero el movimiento Black Lives Matter (las vidas de los Negros importan) contra la brutalidad policíaca y el racismo está yendo contra la tendencia y parece refrescante sostenible y creciente. Mas, ya están mostrando una influencia fuerte en los procesos electorales en este momento. Mas importante es la influencia en las calles.
Aunque hemos levantado muchos movimientos que vienen como una inundación y desaparecen como vapores, sin embargo, estos han alimentado el desengaño y enojo con el sistema actual. Al mismo tiempo hay movimientos dentro y afuera del partido Demócrata para establecer un tercer partido o por dentro de las estructuras de las Demócratas. Hemos llegado a un punto en la historia estadounidense donde hay mas gente que nunca en mi vida que tienen una opinión favorable sobre el socialismo. Por supuesto, todavía estamos muy influidos por el anti-comunismo y lo que llaman socialismo no es necesariamente un socialismo clasista. De hecho, mucha gente considera un gobierno liberal con sistemas de bienestar una forma de socialismo. No obstante, este representa un cambio significante en la actitud estadounidense.
También, se puede ver a Sanders como una extensión de la ala Social Demócrata del movimiento de Occupy. (En adición, hay otras alas más radical.) Aunque el movimiento no se ha sostenido, su significancia era—y es—que introdujo el concepto de la lucha de las clases a la población nacional con su charla del 1% (los muy ricos capitalistas) contra el 99% (todos nosotros otros).
Con respecto a Bernie Sanders, su candidatura es un reto no únicamente a los derechistas, también al status quo del Partido Demócrata. Él se identifica como socialista, esto es muy significante, dada la historia de nuestro país. Hay algunos que piensan que su candidatura es nada mas que una forma de construir la participación progresista en las campañas Demócratas y que no tienen ninguna ilusión que va a ganar la primaria. Ellos piensan que cuando el pierda la primaria, va a llevar sus votantes a la candidatura de Clinton y los Demócratas con promesas de influencia. ¡Tienen la razón! No estaría la primera vez algo así ha ocurrido. Pero con el surgimiento de Sanders y las dificultades que Clinton está sosteniendo, no podemos ignorar la posibilidad que, sí, el pueda ganar.
Hay que entender que Sanders es un socialista demócrata y lo que no constituye es una alternativa ni desafío al imperialismo estadounidense. El es un imperialista mas suave, con guantes. El quiere ablandarse, no acabar con el imperialismo. Sanders apoyó la guerra contra Yugoslavia en los 90s, votó (con todos menos una congresista) para autorizar George W. Bush a perseguir la “guerra contra terrorismo” en 2003, votó para dar aprobación a la invasión de Afganistán, y ha votado para dar recursos y dinero a las guerras en Irak y Afganistán. En otros votos y dichos, ha opuesto y criticado las guerras, pero no ha sido consistente. Con respecto a Israel, Sanders es un sionista y dio su aprobación al asedio de Gaza por Israel
Sanders es mejor que todos los otros en temas de la lucha anti-racista. En los 60s, cuando Clinton era integrante de los Republicanos Jóvenes, antes de hacerse Demócrata, Sanders marchó con Martin Luther King y participó en desobediencia civil contra el racismo. Sanders está contra el poder sin limites de las corporaciones transnacionales. El tiene posiciones fuertes contra los tratados de libre comercio. El quiere invertir no únicamente en los sistemas de bienestar, pero quiere crear trabajos buenos y justos en una variedad de maneras, incluyendo en la reconstrucción de nuestra infraestructura nacional. Es un amigo de los sindicatos—y necesitamos amigos aquí. El quiere construir escuelas, no cárceles. Pero no quiere acabar con el capitalismo, sino que ablandarlo y dar mas protecciones a los obreros, pero dentro sus confines. Lo que significa Sanders no es una revolución. Pero si Sanders gana una victoria contra a Clinton, es un golpe contra el status quo y el poder conservador dentro el partido. Y si gana la elección general, este es un golpe fuerte contra las derechistas, especialmente el ala más extrema. El peligro, si el gana es si los movimientos ven en Sanders “la solución que necesitamos”. El papel del comunista acá en los EE.UU. es que educamos el público sobre la lucha de los clases y que levantamos esta lucha a un nivel mas militante y verdaderamente revolucionario. Y si el gana, necesitamos dar su administración el análisis critico y mientras que defendamos los avances, no faltar en impulsarla a la izquierda. No podemos aflojar en la resistencia contra el imperialismo y el militarismo estadounidense. Sanders no va a acabar con estos.
Hay unos elementos de la izquierda que rechazan la idea de votar para Clinton, Sanders o cualquier candidato surge de los Demócratas para cualquiera posición elegida. Hay semejante a los que también rechazan trabajar con el movimiento sindical en que son tan vinculados con las Demócratas. Dicen que necesitamos construir alternativas—un partido nuevo, el movimiento en los calles, que necesitamos rechazar totalmente la idea de un estado, que necesitamos una revolución completa, algunos dicen armada, otras dicen que no con violencia—muchas variaciones.
Para mi, la cuestión no es una de principios sino de tácticas, estrategias y posibilidades que existen en el mundo actual. Entiendo muchos de los argumentos. Pero últimamente, cualquiera solución que me muestran, la verdad es que los números de izquierdistas e independientes, o de revolucionarios experimentado con fuertes análisis son tan minúsculos que aunque tal vez, afuera de unos movimientos de millones, podamos estar justos y correctos, no vamos lograr mucho mas que el orgullo de ser revolucionarios muy correctos y muy solos.
Por otro lado, las condiciones pueden y van a cambiar muy de repente. Así, estoy en favor de ir donde están los millones mientras que construimos las alternativas y la consciencia política y revolucionaria. Y de nuevo, estoy en favor de priorizar los movimientos de resistencia en las calles, los campos, las escuelas y las fábricas y otros puestos de empleo. Necesitamos analizar y analizar de nuevo, sin parar, la situación actual por que el paisaje de los movimientos y conflictos cambian cada día. Necesitamos dar formación y dirección a este movimientos.
El puro hecho de que Sanders se identifica como Socialista es, en si, ya algo posíblemente poderoso en la historia social, electoral y política de los EE.UU., dado nuestra historia de anti-comunismo y anti-socialismo tan larga, represiva y sangrienta.
Mientras tanto, necesitamos no únicamente una alternativa política, necesitamos un socialismo verdadero y clasista. No sé de donde esto va a venir. El movimiento sindical empieza mostrar mas independencia de los Demócratas—un poquito. Y continua charlas sobre la construcción de un partido de los trabajadores y los movimientos populistas y progresistas. Hay discusiones y disputas que se tratan con la cuestión de hacerlo adentro o afuera de los Demócratas. Yo creo que necesitamos romper con los Demócratas, pero si surge un movimiento izquierdista dentro de los Demócratas, no voy a estar tan ciego ni obstinado que no voy a apoyar este. Ahorita el partido mas grande de los partidos terceros es el partido Verde, e incluye muchos socialistas clasistas, aunque únicamente son parte de este coalición. Pero aunque planeo en votar para Jill Stein, creo que últimamente los Verdes no van a ser una alternativa para los obreros o los sindicalistas. Son una red de todo tipo de “alternativa” y “progresista”, pero no tiene una ideología ni análisis consistente. Pero por ahora, son el partido tercero mas grande que los otros, y por lo menos los votos por ellos son percibidos como votos de protesta y un deseo para algo diferente.
Hay muchos encuestas que revelan que la mayoría de la población no le gustan ni los Republicanos ni los Demócratas. La participación del público en los comicios es muy bajo. En las últimas comicios nacionales únicamente participaron 37% de los votantes, el nivel más bajo en 70 años. La mayoría de los votantes les consideran independientes, ni Republicano ni Demócrata. Pero aunque hay muchos decepcionado con estos partidos, la mayoría no tienen una consciencia política mas desarrollada mas allá del desengaño. También, hay muchos de estos “independientes” que inclinan a la derecha.
Mas de todo necesitamos aumentar el poder popular y la consciencia política. Con este, podemos desafiar el Imperio en solidaridad con ustedes que desafían el Imperio mas allá de nuestros fronteras. Con la naturaleza imperialista estadounidense, la lucha para la liberación del mundo es una lucha para nuestra propia liberación aquí. Gastan más para guerras y para subsidios a los ricos que lo gastado para el pueblo. Roban la República para pagar para las guerras.
Así, un abrazo a todos y todas ustedes porque estamos camaradas vinculados en la “lucha final”. Espero que esto les ayuda entender mejor la situación en los EE.UU. hoy en día.
Un abrazo solidario,
James Jordan